Una novela escrita con impecable maestría y talento por un autor de éxito en el extranjero, que nos hace partícipes de un singular reencuentro de una recién electa Presidenta de la República con un antiguo conocido del exilio, que ella había olvidado por completo. Cuando en Berlín éste se entera de que aquella joven mujer, con la que hace decenas de años bailó, por única vez, en una fiesta estudiantil, acaba de asumir la jefatura del gobierno de la nación, decide escribirle y recordar aquel episodio; con la esperanza de que le conceda la gracia de algún cargo diplomático menor en alguna embajada chilena en Europa. Recurre a un viejo compañero de estudios para que lo ayude a redactar una sugestiva carta con la cual pretende activar la memoria de la mandataria. El amigo, un frustrado ex escritor de novelas, devenido en redactor mercenario y anónimo de tesis de licenciaturas, maestrías y doctorados científicos, acepta colaborar en esta empresa con disparatado entusiasmo y soterrada mala fe. A partir de ese momento se desencadena una serie de acciones y situaciones cada vez más delirantes. Asistimos a la invención de un extravagante currículum vitae tan perfecto como falsario, y al insólito desdoblamiento del personaje en apuros, quien termina por creer y aceptar lo que no es: incluida su nueva opción sexual. Asimismo, el autor nos hace testigos de la sorprendente y tragicómica intimidad de la Presidenta con una amiga de infancia, a quien ha otorgado un muy discutible rango ministerial en su gobierno. A través de los ojos de esta aliada presenciamos y recorremos los veleidosos y siempre resbaladizos recovecos del palacio de gobierno, a los que muy raras veces llega la luz del día.